Vergüenza

Que el mayor número de los expulsados de las grandes ligas por estar asociados a una clínica de dopaje sean dominicanos es un motivo de vergüenza para nuestro país y para el deporte dominicano en general.

Ahora se podrá inventar todas las excusas, pero el hecho cierto es que desde hace mucho tiempo aquí se ha relajado con todo lo que signifique juego limpio y cumplimiento de contratos.

¿No somos la capital de la falsificación de actas de nacimiento para rebajar la edad de los peloteros? ¿No suspenden todos los años a peloteros dominicanos de las menores por usar drogas para mejorar el desempeño?

Si alguien tenía dudas de la crisis moral que afecta a nuestro país, el caso de los jugadores de béisbol profesional es un ejemplo irrefutable de que tenemos que cambiar rápidamente nuestra actitud de que aquí todo se puede y no pasa nada.

Ojalá aprendamos la lección, y dejemos de ver las violaciones a la ley y a los contratos como algo que se debe dejar pasar. No se construye una sociedad sana con esa actitud.

Diario Libre