Leonel, Danilo y la reelección

Un influyente comentarista de televisión hizo un análisis de coyuntura la semana pasada en torno a las aspiraciones presidenciales en los partidos políticos, pero con énfasis en las pre candidaturas del Partido de la Liberación Dominicana de cara al 2016, tomando como premisa que el presidente Danilo Medina se encamina a modificar la Constitución de la República, promulgada hace dos años, a los fines de buscar la reelección.

Ese comunicador tomó como fundamento de sus afirmaciones dos elementos para asegurar que el presidente Medina buscaría nuevamente la Presidencia de la República en los próximos comicios: el primer factor de análisis fue la alta valoración que le proporcionan las encuestas, como resultado de sus acciones y del manejo de su imagen que, en base a ellas, hace una empresa de origen brasileño, la misma que le acompañó en todo el proceso electoral de 2012.

Otro argumento expuesto a la audiencia por el comentarista de televisión tiene que ver con el impedimento constitucional para que el jefe del Estado pueda reelegirse, a pesar de que es el propio Medina quien asume como un asunto de principio su desacuerdo a dos períodos consecutivos, en lo que difiere con el expresidente Leonel Fernández.

Ese impedimento constitucional, empero, no es óbice para que el presidente Medina, montado en su alta popularidad, busque seguir en la Presidencia de la República, para lo cual necesita que las dos terceras partes del Congreso pase una ley de modificación, razonaba el aludido hacedor de opinión pública. Y discurrió de la manera siguiente:

"Si Danilo Medina da ese paso, le criticarían por tirar su palabra por el suelo, pero no es el primero que lo hace, ya que el expresidente Hipólito Mejía lo hizo, aunque perdió. Para mantener el poder-siguió diciendo el comentarista- lo que su contemporáneo Mejía patrocinó puede ser emulado por el actual presidente, teniendo un apoyo popular como el que tiene, aunque tenga que convencer a los legisladores para trillar ese camino".

Una segunda razón que esgrimió el susodicho comunicador para asegurar que el presidente Medina está decidido a ir por la reelección, fue el hecho de que algunos altos cargos cercanos a él realizaron reuniones la semana pasada en dos direcciones: la primera en la de seguir reforzando la estrategia de publicidad que con la colocación de vallas en las principales avenidas de Santo Domingo y Santiago, piden que acepte "por aclamación soberana del pueblo".

De acuerdo con las informaciones de fuentes confiables que dijo tener el comentarista, algunos de la cercanía al presidente Medina estarían azuzando una campaña negativa contra ex funcionarios cercanos al líder y presiente del PLD, doctor Leonel Fernández, que ejercieron funciones en su gobierno, con el fin de frenar la ascendente curva de aceptación que le otorgan las encuestas al exmandatario a lo interno.

Sobre el primer razonamiento acerca de la dificultad constitucional, hay mucha tela por dónde cortar. Es cierto que un presidente de la República siempre tiene la tentación de seguir en el cargo sin importar la dificultad constitucional. Cuando Fernández ejercía la primera magistratura de la nación en el período 1996-2000 fueron muchas las presiones que resistió para que modificara la Carta Magna, y no lo hizo. Aunque es partidario de dos períodos consecutivos, nunca aceptó cambiar la Constitución con la única intención de seguir en el cargo.

Cuando llegó a la Presidencia de la República en el año 2004, Fernández encontró una Constitución que permitía un segundo período, que es el sistema en el que cree. Cuando algunos de sus cercanos colaboradores hicieron esfuerzos para que aceptara intentar un tercer período, entiendo que algunos promotores olvidaron en ese momento que Fernández no ha sido partidario de un sistema de tres períodos seguidos.

En privado y en público, Fernández comenta las dificultades que se les plantean a un presidente que toma ese camino, la principal el desgaste natural de la administración. Cita como ejemplo siempre el paradigmático caso de Perú, el ejercicio del tercer período de Alberto Fujimori, y la forma en que culminó.

Se pudiera alegar que en la reforma constitucional de 2010, Fernández propició un pacto con el presidente del PRD, Miguel Vargas Maldonado, que lo habilitó para volver. Ciertamente, porque a la edad de 58 años que tenía entonces, había sectores que le querían jubilar. Con ese pacto también se favoreció Hipólito Mejía, lo que le permitió ser candidato en el 2012, aunque de ese acuerdo el expresidente Mejía lo lee sin espejuelos.

El presidente Medina siempre ha sostenido que favorece un período y tener la oportunidad de regresar. Cuando en los medios de comunicación el tema de una posible reelección tomó fuerza, el propio Jefe de Estado dijo que "cuando termine mi gestión en el año 2016 y me convierta en un ciudadano ordinario, deseo que cuando la gente me vea en la calle, solo me diga: gracias Danilo, por haber mejorado las condiciones de vida de los pobres". Antes de llegar a la Presidencia, y posteriormente, el mandatario ha sostenido que no se postulará.

Tanto Medina como Fernández son hijos del partido fundado por Juan Bosch, que les formó políticamente para pensar en el futuro, para dejar huellas que puedan ser visibles, como lo hizo Fernández y lo hace Medina. Los dos tienen un compromiso con la historia y saben que las coyunturas políticas no se pueden forzar. Danilo no es Hipólito aunque de vez en cuando ande de gancho con él.

El segundo argumento analizado por el comunicador tiene que ver con las informaciones que, de acuerdo con sus fuentes, dan como un hecho que colaboradores cercanos al presidente Medina accionan en las dos direcciones señaladas. Por un lado, activar una campaña de publicidad por la reelección y, por el otro, apuntalar otra negativa que eventualmente afecte a Fernández.

El presidente Medina que conocemos quienes hemos estado ligado al PLD desde hace 34 años, no auspiciaría ninguna de las dos acciones planteadas en la hipótesis.

Tengo una valoración muy positiva de él, que ninguno de sus colaboradores trastornará por intereses particulares del momento o bellaquerías, como nadie me hizo montar en el tren de la reelección de Fernández para un tercer período.

Leonel y Danilo tienen sentido de la historia, y ninguno de los dos va a propiciar acciones de las que después la propia historia les pase factura.

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Rafael Núñez