La buena noticia

Hace mucho tiempo que los empresarios del transporte usan el término "sindicalistas" para operar, disfrazando de "lucha obrera" un monopolio reñido con las leyes y la Constitución. Hace muchos años, por tanto, que los políticos en el poder, cualquiera que sea su partido, permiten este estado de cosas para proteger sus propios intereses y en contra del beneficio común.

El transporte es un eje fundamental de la economía. Con la distorsión creada por este monopolio (que afecta a la carga y al transporte de personas) los empresarios veían disminuir, tanto su competitividad como su productividad. Al final todo redunda en los precios al consumidor.

Que los Comerciantes e Industriales de Santiago hayan conseguido una sentencia rompiendo este abuso escandaloso es una magnífica noticia; un gran paso que de estos muelles del norte tiene que extenderse a todo el país.

Los políticos han asaltado el poder económico, y ahora los transportistas quieren ocupar el espacio político. Con un diputado y dos voluntariosos candidatos a la Presidencia, el gremio aspira a otros espacios de poder y dinero más rentables que las calles. (Los transportistas llevan años practicando el capitalismo más salvaje con el logo del Che en la guagua; unos artistas.)

La sentencia de la corte de Puerto Plata revela una vez más que el ciudadano tiene que arreglárselas por sí mismo para defenderse del sistema político en el que tiene que actuar. Eso se llama inseguridad jurídica.

IAizpun@diariolibre.com