Compartir
Secciones
Podcasts
Última Hora
Encuestas
Servicios
Plaza Libre
Efemérides
Cumpleaños
RSS
Horóscopos
Crucigrama
Más
Contáctanos
Sobre Diario Libre
Aviso Legal
Versión Impresa
versión impresa
Redes Sociales
opinion

No somos los únicos

El aumento de nuestra deuda pública, tanto la local en pesos como la externa en dólares, es motivo de preocupación en círculos empresariales y académicos. Una porción significativa del presupuesto nacional está comprometida con los pagos de amortización e intereses, la deuda sigue aumentando con nuevas emisiones de títulos, y esa situación crea el temor de que haya necesidad de otra reforma tributaria, una más en la larga lista de sobresaltos fiscales provocados por apremios de recaudación.

Sin que nos deba mover a complacencia por ser un mal compartido, es interesante observar que en Costa Rica, nuestra competencia en el terreno comercial, existe también preocupación al respecto. Según un análisis elaborado la semana pasada, una tercera parte del presupuesto nacional del 2015 será destinado allá al servicio de la deuda pública, el 11.6% para el pago de intereses y el 22.1% para amortización.

La suma involucrada es un 21.8% superior al gasto en educación programado para el 2015, lo que en Costa Rica no es poca cosa, dada la importancia que se da a la educación en ese país. Y en cuanto a los gastos de capital, los superan 5.7 veces. Tanto los intereses como las amortizaciones aumentarán en el 2015 respecto del presente año, los primeros en 24% y los segundos en 48%. En relación con el Producto Interno Bruto (PIB), los pagos relacionados con la deuda representarán el 9%, aunque de ellos sólo los intereses son propiamente un gasto. Una ventaja para Costa Rica es que el mayor crecimiento de los intereses y amortizaciones corresponde a la deuda interna.

Pero donde la comparación con nuestro país se torna desfavorable para Costa Rica es en el déficit fiscal, que para el 2015 se estima llegará al 6.7% del PIB, el porcentaje más alto desde 1980. Déficits de esa magnitud, a ser financiados con más deuda, auguran que el peso de los intereses en el presupuesto y en la economía aumentará en el futuro próximo.

gvolmar@diariolibre.com