La responsabilidad está ahí

El mal de muchos no puede ser consuelo de tontos, pero los descuidos se daban en las mejores familias de Gascue, y por lo visto, en organizaciones que se suponían con la mejor logística del mundo.

El ébola llegó, e impone terror en todos los países, incluyendo a los de mayor desarrollo o de medicina más avanzada. De manera que desde ya tiene rango de peste, sífilis o sida. Cada cual en su momento.

Sin embargo, ahora se tiene que sus consecuencias serán más graves, porque los responsables universales no les salieron a tiempo. Que cuando vinieron a darse cuenta, la enfermedad era una realidad terrífica.

La califican de Tormenta Perfecta. Muchos sectores nacionales, pero sobre todo médicos, no estuvieron de acuerdo con que la soga del Reid Cabral rompiera por la directora, pues ella merecía ser considerada víctima y no victimaria. Que si el hospital no estaba en condiciones no era culpa de ella, sino del gobierno central, que no aportaba fondos suficientes.

No obstante, y que conste: ella estaba al frente del centro, se murieron once niños en un fin de semana, y ella no advirtió la posibilidad, ni alertó a tiempo.

Como la OMS con el ébola.

Diario Libre