Luis, feo para la foto
Abinader pierde terreno. La elección del candidato no será este año; tampoco se hará por encuestas, y tendrá que enfrentar a Hipólito. Eran sus tres mejores cartas, pero hasta corre el riesgo de perder la ASD, el partido de la familia. Ha sido un mal jugador: se casó con una promesa de Mejía, que es como apostarlo todo a un número. Sin sombra que lo proteja y obligado a rascarse con sus uñas, el “niño mimado” de encuestas y poderes fácticos podría perder la habitual sonrisa y quedar feo para la foto.