Cambió de bando...
Diario Libre
¿Y qué de Valentín? Por ahí, valentiniando...
El presidente de la Cámara de Diputados anda en aprestos nuevos, sin que por el momento las señales sean claras. Ahora se mueve más que antes, a mayor velocidad, y en un escenario de autódromo. No en la pista, ni en competencia, sino calentando los motores.
Dicen en Santiago que va a correr por la senaduría, y que lo primero que hizo fue cambiar de equipo. Era de Leonel, y ahora de Danilo.
No se entendió que saliera en defensa de la muchachita que bebe cerveza con su hija de un año y que, incluso, pagara abogados para liberarla de la coerción.
Ahora sí. Pertenece a su demarcación, y puede considerarla potencial votante. Joven y mujer, dos condiciones políticamente importantes.
De ahí el acto que celebrara el martes con motivo del Día de la Eliminación de la Violencia contra la Mujer, que le quedó bonito, pero que no logró convencer a la sociedad civil femenina. Esa no lo pasa por mucho que se peine y se haga el gracioso. El Código Penal y el aborto son empalizadas muy difíciles de brincar, y esas activistas no creen en la una y una y mucho menos en a Dios rogando y con el mazo.
¿Y qué de Valentín ? Por ahí, valentiniando...
El presidente de la Cámara de Diputados anda en aprestos nuevos, sin que por el momento las señales sean claras. Ahora se mueve más que antes, a mayor velocidad, y en un escenario de autódromo. No en la pista, ni en competencia, sino calentando los motores.
Dicen en Santiago que va a correr por la senaduría, y que lo primero que hizo fue cambiar de equipo. Era de Leonel, y ahora de Danilo.
No se entendió que saliera en defensa de la muchachita que bebe cerveza con su hija de un año y que, incluso, pagara abogados para liberarla de la coerción.
Ahora sí. Pertenece a su demarcación, y puede considerarla potencial votante. Joven y mujer, dos condiciones políticamente importantes.
De ahí el acto que celebrara el martes con motivo del Día de la Eliminación de la Violencia contra la Mujer, que le quedó bonito, pero que no logró convencer a la sociedad civil femenina. Esa no lo pasa por mucho que se peine y se haga el gracioso. El Código Penal y el aborto son empalizadas muy difíciles de brincar, y esas activistas no creen en la una y una y mucho menos en a Dios rogando y con el mazo.
¿Y qué de Valentín ? Por ahí, valentiniando...
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