Bandex retorna
Gustavo Volmar
El proyecto Bandex ha vuelto al Congreso. Aprobado previamente por la Junta Monetaria, y suprimido el aspecto controversial relativo a la obligación de inversión del 10% de los recursos administrados por las AFPs, es presumible que el proyecto será conocido y aprobado con celeridad, siendo ésta una buena noticia para la capacidad de exportación y la competitividad externa de la economía del país.
Dos aspectos críticos del proyecto tienen que ver con las finanzas y la administración del banco.
Es evidente que Bandex necesitará dinero para prestar y tiene que conseguirlo de algún modo.
En ese sentido, los aportes presupuestarios que el Estado pueda hacerle, así como las emisiones de bonos de Hacienda destinadas a aportarle fondos, deberán verse como parte de una fase inicial de su operación, pasando luego el banco a vender sus propios valores en base a los activos que sus créditos generen.
Esos valores serían una alternativa adicional a los bonos de Hacienda y a los títulos del Banco Central, ampliando de esa forma las limitadas opciones de que disponen actualmente los inversionistas en nuestro mercado financiero, incluyendo entre ellos a las AFPs.
Dado que los préstamos del banco, por su vinculación con las exportaciones, podrían ser expresados en dólares u otras monedas, los valores permitirían diversificar las carteras de inversiones y acomodar mejor las preferencias de los inversionistas.
De especial importancia también es la posibilidad de participación del sector privado, local y extranjero, y organismos internacionales como accionistas en el capital del banco.
En cuatro meses contados desde la promulgación de la ley, se deberá completar la transformación del BNVF en Bandex. Es esencial que se use este tiempo para escoger un personal profesional idóneo y establecer procedimientos administrativos y mecanismos de supervisión que protejan a Bandex de las intrusiones políticas.
gvolmar@diariolibre.com
Dos aspectos críticos del proyecto tienen que ver con las finanzas y la administración del banco.
Es evidente que Bandex necesitará dinero para prestar y tiene que conseguirlo de algún modo.
En ese sentido, los aportes presupuestarios que el Estado pueda hacerle, así como las emisiones de bonos de Hacienda destinadas a aportarle fondos, deberán verse como parte de una fase inicial de su operación, pasando luego el banco a vender sus propios valores en base a los activos que sus créditos generen.
Esos valores serían una alternativa adicional a los bonos de Hacienda y a los títulos del Banco Central, ampliando de esa forma las limitadas opciones de que disponen actualmente los inversionistas en nuestro mercado financiero, incluyendo entre ellos a las AFPs.
Dado que los préstamos del banco, por su vinculación con las exportaciones, podrían ser expresados en dólares u otras monedas, los valores permitirían diversificar las carteras de inversiones y acomodar mejor las preferencias de los inversionistas.
De especial importancia también es la posibilidad de participación del sector privado, local y extranjero, y organismos internacionales como accionistas en el capital del banco.
En cuatro meses contados desde la promulgación de la ley, se deberá completar la transformación del BNVF en Bandex. Es esencial que se use este tiempo para escoger un personal profesional idóneo y establecer procedimientos administrativos y mecanismos de supervisión que protejan a Bandex de las intrusiones políticas.
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