Cuba – EEUU: Negociación

Si alguien aún piensa que el presidente, Barack Obama, se topó “de manera accidental” con el Presidente de Cuba en el funeral de Nelson Mandela en diciembre del 2013, es porque no sabe que en política los objetivos no se encuentran, sino que se definen.

La negociación venia caminando sigilosamente (Back channel diplomacy), ahora continua también de manera pública. De cara a la opinión pública seguirán los discursos de defensa “a los valores irrenunciables de la ideología”, pero en la negociación primará el pragmatismo y se buscará la centralidad, Obama ya lo ha demostrado dando el paso de cambiar la política hacia Cuba. La decisión demostró que Cuba era el conflicto donde se reunían las mejores condiciones para obtener logros rápidos, significativos y con gran impacto internacional a diferencia de los conflictos que tiene en Oriente Medio.

Esa re definición política pasa por el acercamiento de EEUU a Cuba y con ello una mayor influencia de EEUU en América Latina. Los eventos más destacados pueden resumirse del siguiente modo:

•Junio de 2013: Comienzan las negociaciones secretas con la reunión por primera vez cara a cara en Canadá de las delegaciones estadounidense y cubana.

•Marzo de 2014: El papa Francisco y el presidente Barack Obama, se reúnen en el Vaticano. Cuba fue uno de los temas de los que hablaron durante el encuentro.

•Mediados de 2014: El papa Francisco escribe cartas a Obama y al presidente cubano, Raúl Castro, instándoles a un intercambio de prisioneros y pide a La Habana que libere al subcontratista Alan Gross por motivos humanitarios. Después de eso, el Vaticano alberga una nueva ronda de negociaciones entre los dos países.

•Octubre de 2014: El Vaticano alberga una “reunión importante” para finalizar los detalles del acuerdo.

•16 de diciembre de 2014: Obama y Castro hablan por teléfono entre 45 minutos y una hora. Se trata del primer contacto telefónico entre los presidentes de Estados Unidos y Cuba desde la revolución cubana.

•17 de diciembre de 2014: Obama y Castro anuncian públicamente el inicio de conversaciones para normalizar las relaciones diplomáticas entre Washington y La Habana, que se rompieron en 1961.

Este “inicio de conversaciones” tiene como punto de partida el 21 de enero en curso, las previsibles fases de la negociación son las siguientes:

En un primer momento se debería discutir temas de beneficio mutuo, dejando fuera cuestiones ideológicas. El objetivo es generar confianza entre las partes y frente a la comunidad internacional. Hay que ofrecer acuerdos puntuales que aseguren el proceso para minimizar la capacidad de boicot de terceros, dentro y fuera de Cuba y EEUU.

En el área de la seguridad hay temas donde el acuerdo puede ser rápido como son la colaboración ante amenazas medioambientales, las posibles fugas de petróleo en el Golfo de México o la lucha contra el narcotráfico dado que Cuba por su situación geográfica es una “ruta natural” hacia el mayor mercado consumidor.

Un aspecto que beneficia las relaciones entre ambos pueblos, es la ampliación de los intercambios académicos o culturales, el envío de remesas a la isla, los viajes turísticos de ciudadanos estadounidenses y el uso de tarjetas bancarias de entidades norteamericanas en Cuba, aspectos prohibidos por el Departamento del Tesoro.

Las mayores complejidades de la negociación se producirán en los asuntos que tienen que ver con el régimen económico y político de Cuba. Como afirman algunos, el reto de la apertura no es de Cuba con EEUU, sino de Cuba con los cubanos.

En el primer aspecto Estados Unidos pedirá libertad de importación y exportación, una legislación beneficiosa sobre inversiones, tipos de contrataciones y régimen salarial. En el segundo aspecto las peticiones se centrarán en las libertades individuales, el pluripartidismo, libertad expresión y prensa y defensa de los derechos humanos, la libre sindicalización en organizaciones laborales.

Esta fase de la negociación será la más compleja de todo el proceso, porque Estados Unidos pretenderá que su sistema político sea tomado como modelo de democracia y se cumpla con la “Carta Democrática Interamericana” de la Organización de Estados Americanos – OEA.

Un dato interesante, la directora de América del Norte del Ministerio de Relaciones Exteriores de Cuba, Josefina Vidal, anunció que su país está dispuesta a hablar de todos los temas incluido el régimen político pero en igualdad de condiciones. Esto quiere decir que, “si te metes con mi política interna, me puedo meter con la tuya”, por lo que la delegación cubana tratará también temas como las torturas practicadas por el ejército norteamericano y las cárceles secretas, incluyendo los casos recientes de racismo y abuso policial en ciudades norteamericanas serán también puestos sobre la mesa.

El tema central, el embargo, ha sufrido cambios en las últimas décadas. El más destacado se produjo en 1996 por medio de la ley Helms-Burton, que endureció las restricciones comerciales y las blindó legalmente. Es una decisión que debe ser tomada por el Congreso que es de mayoría republicana. Cuba cuenta a su favor con la presión de lobbys económicos estadounidense como el agrícola que ven como pierden ahora un “mercado natural” ante países más distantes geográficamente como China o la Unión Europea.

La Revolución Cubana auspicia dos grandes negociaciones, Cuba - EEUU y las negociaciones de Paz entre las FARC y el Gobierno de Colombia. Espero que los políticos de nuestro país, en especial las izquierdas, entiendan la lección.

Como decía Juan Bosch, la política se nutre de realidades.

*Associate MIT-Harvard Public Disputes Program, Universidad de Harvard.

Diario Libre