Falta un proyecto

La pregunta que todo el mundo se hace es por qué es tan difícil en la administración pública en general lograr una mejora en los servicios que sea uniforme para todos los departamentos.

Hay que admitir que en determinadas instituciones se ha avanzado enormemente. La administración tributaria no es la misma de antaño, para sólo poner un ejemplo, pero en la Policía, o en el Instituto Dominicano de Seguros Sociales, no se aprecian esos avances.

Sin duda, cuando hay interés y recursos, las cosas se logran. El mejor ejemplo es el sistema 9-1-1, en el cual se ha gastado una millonada, pero que se ha constituido en un referente de buen servicio en muy corto tiempo.

Sin embargo, existen instituciones, los ayuntamientos, por ejemplo, que siguen siendo pasto de la politiquería. Son la agencia de empleo de los municipios, sobre todo si están en manos de la oposición, porque todavía el servicio civil no es una realidad tangible, a pesar de que todos los partidos mayoritarios han pasado por el gobierno, y debiera ser de su interés que gente suya permanezca en los puestos.

Esa disonancia que se observa en las distintas instituciones del Estado es consecuencia del subdesarrollo en todos los órdenes, pero sobre todo de la carencia de un proyecto de país aceptado por todas las instituciones políticas y las élites económicas. Cada cual está muy ocupado en "lo suyo", y en lograr las complicidades necesarias, y el país que lo logre como pueda.

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