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El discurso

Por la expectación creada por sus propios hombres de confianza, a Danilo le toca dar un discurso trascendental este 27 de febrero. Pero es muy improbable que responda a la pregunta que todo el mundo se hace: ¿empujará una reforma de la Constitución para poder presentarse como candidato del PLD en 2016?

El escenario pre electoral es complicado. La oposición dejó de "opositar" hace ya varios años y los síntomas de su recuperación son nulos. Así, la confrontación interna del PLD (que existe y es "con duro") es la que mueve las pasiones.

A Leonel le tocaría luchar con una tasa de rechazo alta y convencida. No le bastará jugar con la percepción o la conceptualización. Aunque él no alcance a explicarse por qué, sus gobiernos tienen el sello de la corrupción y de la impunidad de una clase política de pocos ideales y muchos intereses personales.

Danilo ha logrado una aceptación extraordinaria. En parte, porque la opción del regreso de Leonel o de Hipólito hacen reeleccionistas a votantes que no lo serían de existir una oposición viable. Si además termina de convencer de que la institucionalidad y la lucha contra la corrupción están en sus planes por encima de los intereses de "la Corporación" del PLD, lograría atraer a grupos que todavía dudan.

Como mar de fondo un desasosiego. Las cifras oficiales hablan de un crecimiento que no termina de convencer. Hay problemas del subdesarrollo que sólo se arreglan atacando las causas. No basta con apañar las consecuencias.

IAizpun@diariolibre.com