Los ataúdes

Oír a la ministra de Salud Pública decir que ese Ministerio va a dejar de regalar ataúdes da para un monólogo de Carlos Sánchez... Pero no es un chiste, es una excelente noticia.

Por fin, Salud Pública va a dedicar ese dinero, 20 millones de pesos, a lo que lo tiene que dedicar, a los medicamentos de alto costo. (Si nos ponemos a ver... su función es tratar de que no necesitemos el ataúd...)

El precio de las medicinas es uno de los grandes fracasos de este sistema -joven y por corregir- de Seguridad Social que nos hemos dado. Los seguros cubren una fracción ridícula de su precio. Con la cobertura de un seguro privado, a lo que se alcanza es a comprar lo necesario para sobrepasar una gripe leve. Si usted tiene una dolencia crónica o una enfermedad complicada... se le irá la herencia en tratar de sobrevivir.

¿Cuánto dinero, de cuántas dependencias públicas se va en estos programas de asistencia social? Los tienen desde instituciones reguladoras, pasando por los órganos legislativos, los cuerpos castrenses, los siempre quebrados ayuntamientos...

Son cuentas que nadie va a criticar, porque es políticamente incorrecto. Pero es necesario atacar los problemas por sus causas, no por sus consecuencias. El entramado de programas de asistencia social del PLD es tan grande, ambicioso, tan caro... que por lo menos debe hacerse el esfuerzo de que esas fugas de dinero de otras dependencias se corte.

No es el ataúd, es la medicina. Buena medida de Salud Pública.

IAizpun@diariolibre.com 

Inés Aizpún