Leonel no deja que le corran...

Leonel se dejó madrugar con el piquete en Nueva York, y con el fenómeno Quirino, pero desde entonces se levanta más temprano, o toma mucho café para no dormirse.

Ahora, con las encuestas, hizo lo propio de cualquier candidato en su circunstancia. Lanzó un SOS a la que considera confiable, y que la malicia atribuye fervor e interés.

Y ahí está la puerta de Alcalá.

No va a convencer a la calle, que cuando le coge con una cosa no hay manera de dejarla, pero sí levanta el ánimo de sus seguidores, que están ahora que por todo se deprimen.

Esa capacidad de reacción le ha faltado a Miguel y a Quique, dos víctimas de las mediciones ajenas o de los medios, y que no hacen como Leonel, que se agencia números que les sean favorables.

El concepto de publicidad es muy universal, de competir con un igual. “Me too” se dice en inglés, pero en español “Yo también”, y es una forma de equilibrar los tantos.

Aquella encuesta dice que no, pero esta otra que sí. Y si no es empate, por lo menos se baila por el momento en la pista de los posibles.

Lo primero es creerse el engaño, que lo demás llegará por añadidura.

Diario Libre