Un decreto inútil

Señor Presidente:

En carta anterior señalábamos que el Decreto 40-13 que declara la pesca como una actividad prioritaria, es inútil, pero, si inútil es el decreto, fallida es la institución encargada de aplicarlo.  El llamado Consejo de Pesca y Acuicultura, del Ministerio de Agricultura, no posee las más mínimas condiciones ni técnicas ni económicas para ser ente de desarrollo de la pesca y la acuicultura.  

Las condiciones de precariedad siguen siendo las mismas, aunque los ingresos han aumentado enormemente con el cobro de nuevos aranceles por demás ilegales, que chocan con convenios internacionales como los de la OMC, GATT y DR-Cafta, que tienen al grito a comerciantes y empresarios pesqueros y que ya han provocado protestas de ciertas embajadas.

Esos nuevos ingresos no han significado desarrollo de planes y programas, sino aumento enorme de personal sin la más mínima calificación. Se han cancelado empleados con años de experiencia para ser sustituidos por activistas políticos que no tienen interés alguno de trabajar.  Más aún, entrar a las oficinas es como entrar a un cuartel de tantos militares de servicio que hay.  

En esas condiciones, una institución, cuyo fin es el desarrollo pesquero y acuícola no puede funcionar.  Se necesita un cambio profundo o el decreto emitido para garantizar la sostenibilidad de la pesca, mejorar la calidad de vida de los pescadores y garantizar la seguridad alimentaria, seguirá siendo un decreto inútil.  Manuel Estrella

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