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Calculadora especial

Para sumarlos habría que usar una calculadora, pero no una cualquiera, sino una especial con mucha capacidad de memoria para retener cifras muy grandes y hacer estimaciones de costos.

El aumento de la deuda pública ha creado muchas inquietudes, pero ella es sólo una parte de lo que podríamos catalogar como pasivos nacionales, cuantificables indirectamente vía lo que costaría darles solución. Entre esos pasivos están los daños y distorsiones en que hemos incurrido para llegar al nivel del PIB por persona que hoy tenemos. No son representados por la pobreza en sí misma sino por situaciones adversas creadas por nosotros mismos.

Los pasivos ambientales son particularmente cuantiosos. En pocos años hemos perdido extensas superficies boscosas y el caudal de los ríos ha decrecido. Zonas enteras están afectadas por el uso intensivo de abonos e insecticidas químicos. La contaminación marítima y la extracción indiscriminada están diezmando los corales y peces. Y hectáreas de tierras fértiles han sido absorbidas por las ciudades.

Los pasivos sociales son dramáticos. La dieta media de la población es inadecuada. La carencia de un enfoque preventivo de las enfermedades está llevando al sistema de salud a un callejón sin salida. La solución de las abismales debilidades educativas enfrenta la falta de preparación de los profesores, obstáculo más difícil de superar que la falta de pupitres o escuelas. La escasez de agua potable está aumentando y la construcción de viviendas no alcanza ni para las nuevas familias.

En el terreno económico pueden citarse los problemas de la energía o el transporte, pero más significativa es la agudización de un sistema que promueve la informalidad, la marginalidad y la desigualdad, desincentiva el ahorro y la innovación, crea pocos empleos de calidad y depende de salarios bajos para subsistir, lo que lo hace ser vulnerable y antagónico a los cambios estructurales.