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Salto en el déficit

La reactivación económica en los Estados Unidos (EE.UU.), pregonada como prueba del éxito de su política de emisiones monetarias, recibió ayer un fuerte sacudión al darse a conocer las cifras de comercio exterior del pasado mes de marzo.

Los datos indican que el monto del déficit comercial llegó en ese mes a US$51,400 millones, su mayor nivel en más de seis años desde la crisis de octubre del 2008.

En términos porcentuales, el aumento respecto a febrero fue de un extraordinario 43.1%, el más alto desde diciembre de 1996, salto que se explica por el efecto que en ese mes tuvo una huelga en los puertos de la costa oeste.

Dado que el gasto de consumo es el componente principal del PIB de los EE.UU., la reactivación conlleva un incremento en la demanda de bienes y servicios, incluyendo los procedentes del extranjero, igual a como sucede en nuestro país cuando el ritmo de actividad económica se acelera.

Pero ese incremento tiene lugar en momentos en que el gasto en Japón y en Europa, salvo Alemania, está estancado o crece con lentitud, la expansión en China declina, y naciones emergentes como Brasil y Rusia enfrentan serias dificultades.

Por esa razón, y por el fortalecimiento del dólar causado por las políticas monetarias expansionistas aplicadas por otros países, las exportaciones estadounidenses sólo crecieron un 0.9% en marzo, el déficit comercial con China aumentó a US$31,200 millones, y el déficit con Japón fue el mayor de los últimos dos años.

Como los bienes importados no forman parte del PIB, el aumento del déficit comercial implica que el crecimiento económico de los EE.UU. ha sido menor que el esperado, bajando a una tasa anualizada de apenas el 0.2% en el primer trimestre de este año frente al 2.2% en el último trimestre del 2014.

Algunos analistas estiman que ese magro resultado podría descender aún más hasta llegar a terreno negativo, cuando las cifras sean revisadas a finales de este mes.

gvolmar@diariolibre.com