A favor y en contra

Orgánicos o inorgánicos. Se debatió hace unos años si los pesos que emitía el Banco Central eran de uno u otro tipo.

Ahora el carácter de orgánico que se discute es el de la modificación de la Constitución, incluyendo si procede convocar a un referéndum aprobatorio.

Desde el ángulo económico, algunos están en contra del referéndum. Señalan que su costo no está presupuestado, y podría ser muy elevado. Que habría que emitir más bonos o recortar otros gastos públicos. Que sería ilógico usar esos fondos con ese propósito, habiendo tantas necesidades que atender y obras pendientes de conclusión. Y que en menos de un año habrá elecciones, cuyo resultado se podría interpretar como una validación o rechazo de la modificación constitucional que se haga ahora.

Pero otros favorecen el referéndum. Indican que es impropio considerar a las elecciones del 2016 como un sustituto a posteriori del referéndum, a lo que agregan que éste daría mayor legitimidad al próximo gobierno para tomar decisiones difíciles sobre varios asuntos críticos que permanecen sin solucionar. Hacen resaltar entre ellos a la inmigración y los ilegales que están en el territorio nacional, pero ése no es el único tema.

Sigue sin resolver el sesgo de nuestra estructura productiva hacia la desigualdad y la concentración de la riqueza. Persiste la falta de competitividad de nuestra industria y agricultura, en el marco de las desgravaciones del acuerdo de libre comercio. No ha habido una decisión final acerca de la minería y sus consecuencias ambientales.

Continúa la indefinición sobre qué hacer con la presión tributaria y las exenciones impositivas. La cuestión de la electricidad y el papel del Estado tendrán que ser enfrentados. Hay que trazar lineamientos concretos sobre la deuda pública y su límite superior.

Y como ésos, hay otros temas pendientes.

Como se puede ver, en economía siempre hay razones para tener opiniones distintas.

gvolmar@diariolibre.com 

Gustavo Volmar