Bailando con terroristas

Los terroristas con o sin armas, libres o en la cárcel, arrepentidos o rendidos, sanguinarios o no tanto, psicópatas o simplemente malas personas... nunca deben tomarse a chiste.

El video que circula de terroristas de las FARC bailando en alegre camaradería con efectivos de las Naciones Unidas debería provocar hasta la revisión de los acuerdos firmados con el presidente Santos. Una cosa es que se anhele y trabaje por la paz, y otra que se trate a los asesinos como ciudadanos de primera con más privilegios que cualquiera, después de cometer sus crímenes.

Cuando en democracia persiste una banda terrorista es inaceptable que se le consientan argumentos ideológicos como razón para sus secuestros, asesinatos, extorsiones, terror... Sirve esto para las Farc, Sendero Luminoso, ETA, IS y cualquier otra banda de desalmados que creen que imponer sus ideas es una justificación “noble” de sus crímenes. Acabamos de ver por aquí un intento de colar la ideología en los asaltos con muerte de John Percival...

Las democracias tienen el derecho y el deber de defenderse de los fascistas. Y cualquier tonteo con el fascismo (desde bailar un vallenato a apoyar electoralmente a los que defienden a los terroristas) siempre es un daño social de efectos no calculados.

La izquierda más rancia ha tenido siempre debilidad por los “guerrilleros”. Es un flaco favor que ha hecho a las sociedades donde ejerce su influencia y un daño difícil de reparar al clima democrático. Los que matan por ideas en una democracia son fascistas de derechas, de izquierda o religiosos. Son lo mismo. ¿O a usted, si le secuestran o matan le importaría algo “el motivo”?

IAizpun@diariolibre.com

Inés Aizpún