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Cuestiones de cultura

La vida en nuestro país se ha hecho más difícil por una serie de malas conductas que se han convertido en cuestiones de la “cultura” habitual del criollo sin importar su clase social.

Es más, en muchos casos aparecen más violadores entre las llamadas “élites”, que entre las clases bajas.

Lo que le da carácter de “cultura” al asunto es que en otros países, esos mismos dominicanos no obran como lo hacen aquí.

Veamos algunos casos:

Robarse el pedacito. A muy pocos dominicanos se les ocurre que no importa que sean unos pocos metros o muchos, para “robarse” el pedacito de calle en vía contraria. Lo hacen motociclistas y conductores de vehículos. Y si usted osa llamarles la atención, el malo es usted y cuidado si le dan un tiro por “fresco”.

El funcionario honrado. Es un “pendejo”. A nadie se le ocurre que el dinero del erario no debe ser tocado al igual que el dinero ajeno. Pero no. Es dinero del primero que le ponga la mano. A un finlandés jamás se le ocurriría robarle al Estado. Aquí, a prácticamente nadie se le ocurre que sea pecado robar los dineros públicos.

La cortesía en el tránsito. En países con gente más pobre, los conductores son corteses. A nadie se le ocurre bloquear el paso. Aquí hay que ponerse alante y a chatear mientras los de atrás intentan pasar.

Los ejemplos en el tránsito suman miles y los peores conductores, según una breve consulta, son las mujeres y los que andan en yipetas.

Qué bien viviríamos si pensáramos en el otro.

atejada@diariolibre.com

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