Dos batallas perdidas y una por ganar

Hay batallas perdidas. Peleas en las que no vale la pena insistir. Por ejemplo, la que pretende mantener el sector de la UASD que reclama el 5%.

Eso no va a pasar nunca. Primero, porque no hay dinero. Segundo, porque el 4% destinado a la educación debería ser el “banco” del sector. ¿Sumar otro %? Y tercero, porque la opinión pública va a hacer presión en la dirección contraria.

Si la UASD ofreciera una mejor imagen en sus “luchas”, si abandonara unos métodos de reclamo antediluvianos, si mostrara interés en regenerarse, si se marcara como objetivo una meta de excelencia académica... Pero esos no parecen ser sus planes y el ciudadano está cansado de dar fondos y más fondos a una mastodóntica organización que no funciona bien.

Segunda batalla perdida: la de los transportistas por mantener sus privilegios. Los empresarios del transporte perdieron su “lucha” por mantener el monopolio cuando la ciudadanía dejó de verlos como sindicalistas y entendió que estas empresas han sido parte del problema y no de la solución a sus dificultades de movilidad. Los ciudadanos, incluidos sus obligados usuarios, no quieren más privilegios para unos poderosos empresarios que dan un pésimo servicio.

La batalla que aún se puede ganar es la de los accidentes de tránsito. Muy buena la campaña que firman el Ministerio Público, el 911, la Policía, Salud Pública y Presidencia. Se maneja terriblemente mal en ciudades, pueblos y carreteras. Tenemos uno de los índices más altos del mundo en muertes en accidentes de tránsito. Esta es una batalla que se puede ganar.

IAizpun@diariolibre.com

Inés Aizpún