El día después II

El día después de las elecciones se verá el impacto, si lo tuvo, del voto religioso, sobre todo en el nivel congresual. Lo que está claro, sin embargo, es que las cosas electorales no volverán a ser las mismas luego de la “guerra de la religión”.

Las características de estas elecciones harán que muchos partidos no pierdan su reconocimiento. Esta es la parte oculta de las alianzas. Al conseguir posiciones “ganables” ya sea en los ayuntamientos o en el Congreso, se aseguran su permanencia y su inscripción en la nómina de la Junta pagada con dinero de los contribuyentes.

Por tanto, ya no será necesario obtener el 5 por ciento de los votos para salvarse: bastará un regidor para seguir cobrando por cuatro años más.

Lo que podría correr peligro es la permanencia del Partido Reformista en el jugoso reparto de los fondos de la JCE.

Los coloraos consiguieron que todo el que obtuviera el 5 por ciento recibiera una parte gruesa del pastel. Al irse en contra del partido de gobierno podría no lograr el porcentaje requerido, o sufrir una modificación en la ley que lo saque del juego económico. Ese fue el albur que tomó la dirigencia reformista al firmar con la oposición.

Uno de los grandes pleitos del día después va a ser la asignación de los diputados nacionales. En los comicios pasados, los partidos grandes se alzaron con el santo y la limosna, pero ese no parece ser el caso ahora. Si la JCE aplica la ley como lo ha hecho hasta hoy, esos diputados pasarán a los partidos menores. Esperemos a ver.

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Adriano Miguel Tejada