El estilo del Director

Se ha dicho que “el estilo es el hombre” y en los tratados de liderazgo se analizan los diferentes estilos de los líderes para el manejo de los hombres.

Hay líderes autocráticos y democráticos. Existen unos que prestan mucha atención a lo administrativo y otros que dejan todo al azar del laissez faire, laissez passer. Cada estilo tiene una impronta diferente en la organización.

Por supuesto, casi nunca estos estilos se dan en estado puro, sino que los líderes los mezclan de acuerdo a sus actitudes y aptitudes, aunque siempre domina una de las características esenciales.

A causa de los estilos, hay líderes que son buenos hacia adentro de la organización y otros que lo son hacia afuera. Los líderes “hacia adentro” reconocen la importancia del recurso humano interno y trabajan para ellos. Los “hacia afuera” son conscientes del impacto público de sus actuaciones y se mueven hacia la imagen externa de la institución.

Hay organizaciones que permiten con mayor éxito un estilo de liderazgo que otras. Por ejemplo, un comandante de tropas en una batalla no puede ser democrático ni dejar pasar las faltas de los subordinados. Por el contrario, un buen administrador no puede ser autocrático. En ambos casos, la característica señalada puede ser efectiva por poco tiempo pero a la larga será desastrosa.

Algo de esto puede estar pasando en la Policía Nacional enfrentada a numerosos retos en estos días. El Director no ha demostrado liderazgo hacia lo interno y no se le respeta a lo externo, como lo prueba la creciente actividad delictiva en el país. Lo que ha demostrado hasta ahora es que necesita mejorar notablemente su estilo de liderazgo para enfrentar los retos que le plantean la reforma policial y la sociedad.

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Adriano Miguel Tejada