La culpa es de los AMET

El rechazo a la labor de los AMET no es proporcional al rechazo que deberíamos tener por tantos conductores que manejan como si no se hubieran examinado nunca para sacar una licencia.

Los AMET no son los culpables de la cantidad de conductores que cierran las intersecciones, sabiendo perfectamente que no van a poder pasar porque el semáforo va a cambiar. Y que originan el mayor número de tapones de la ciudad.

Los AMET, en todo caso, son culpables de no sancionar a los choferes de carro público o privado que se detienen donde no deben, doblan donde no pueden, hacen carreras entre ellos y manejan vehículos que las autoridades del transporte debieron haber retirado de la circulación.

Los agentes verdes no son los responsables de que las mafias del transporte hagan lo que les viene en gana. De eso, son culpables los políticos.

Los AMET sí son culpables de dejar pasar a los motoristas en rojo y de no detener a los listos que ante una fila larga de vehículos se van a toda velocidad por el carril contrario. (Esos deberían ir a la cárcel.) Los Amet tampoco son culpables de los tapones que se organizan a la puerta de los colegios que nunca debieron ser autorizados a ampliarse en calles en las que no cabe el tráfico que provocan. Ni tienen la culpa de que el ADN permita de hecho a los negocios utilizar las aceras como parqueo, tirando a la calzada a los peatones.

El tráfico es hoy un problema serio en Santo Domingo desde muchos puntos de vista. Pero... ¿toda la culpa es de los Amet?

IAizpun@diariolibre.com

Inés Aizpún