Las contradicciones

En “El Político”, Azorín destaca las cualidades que debe tener todo hombre público, más aún si detenta el poder.

Se afirma que Joaquín Balaguer era un seguidor del gran escritor español, y hay quien piense que los líderes del PLD usan mucho el estilo del caudillo de Navarrete.

Ayer, el presidente Danilo Medina se juramentó como candidato presidencial del PLD, prometiendo que no se presentaría de nuevo en caso de ser favorecido con la votación mayoritaria.

Los acontecimientos hasta la fecha no han tomado de sorpresa a nadie, pues el PLD ha dejado de ser un partido político en el sentido estricto, para convertirse en una corporación económica, que tiene el “deber” de proteger a sus funcionarios, a muchos de los cuales un cambio político enviaría a la cárcel. Los problemas son otros.

Así, Azorín nos da la justificación del cambio de opinión bajo estos criterios: “un eminente hombre de Estado—don Antonio Maura— ha dicho en un discurso: “las contradicciones, cuando son desvergonzadas mudanzas de significación por interés, por ambición, por una sordidez cualquiera, son tan infamantes como los motivos del cambio; pero yo os digo que si alguna vez oyese la voz de mi deber en contra de lo que hubiera con más calor toda mi vida sustentando, me consideraría indigno de vuestra estimación, y en mi conciencia me tendría por prevaricador, si no pisoteaba mis palabras anteriores y ajustaba mis actos a mis deberes.”

Todo está justificado...

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Adriano Miguel Tejada