Los “exagerados”

Los abogados del Ayuntamiento en el caso de las violaciones a la ley en el parque del Conservatorio acaban de descubrir un nuevo grupo ciudadano: los exagerados.

Literalmente un “exagerado” es un ciudadano que aspira a que las autoridades municipales cumplan la ley.

Una ley que el ADN reconoce infringir al anunciar que va a contratar a técnicos de EEUU para maquillar el problema.

Si Salcedo invirtiera un tercio de la energía, dinero y tiempo que dedica a promover conciertos para la clase media alta, a arreglar los problemas reales de la ciudad, sería un alcalde sumamente eficiente. No es el caso.

La Procuraduría de Medio Ambiente siempre tuvo las pruebas de que se incumplía la ley. Los vecinos lo demostraron y denunciaron.

¿Por qué entonces se ha permitido que el ADN persista en una actividad ilícita? Este tema va más allá de la queja de los “exagerados”. Desnuda la impunidad con que los políticos se manejan en el poder. Intocables. Absurdamente populistas.

Al pretender manipular el tema hacia la lucha de clases el alcalde se hace flaco favor. Uno es alcalde de todos, incluso de los “exagerados”.

Recibo un correo: “yo vivo a tres cuadras y no me molesta.” Exacto; ese es el problema. Que no le importa que moleste a otros. Que sin planificación ni institucionalidad todos estamos a expensas de que un vivo monte un negocio y viole nuestros derechos colectivos para satisfacer intereses particulares.

(También los suyos, aunque hoy no oiga el ruido.)

IAizpun@diariolibre.com

Inés Aizpún