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Obesidad
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Palabras gordas

Barbie “curvy”. Portada de Sports Illustrated con modelo “curvy”. El lenguaje como encubridor. La engañosa corrección política llega para las gordas. O gorditas o rellenitas, con cariño.

Palabras en español hay de sobra... Incluida una fantástica bastante nueva: gordibuena. Que es, como es obvio, una gorda que está buena...

El lenguaje distorsionado para disfrazar los prejuicios. Todo disimulado para que parezca más aséptico.

Es el lenguaje “correcto” de los políticos para decir, no decir y que parezca que han dicho lo que en realidad no han dicho. Hemos dejado permear este vicio e invadir la vida de una manera casi asfixiante. Hablamos con eufemismos porque creemos que debemos hacerlo, que no podemos usar las palabras sencillas. O que así parecemos mejores personas.

Una señora gorda es una señora gorda. Si nos cae bien... gordita. Ya hemos pasado de no poder hacer bromas de gordas a no poder usar la palabra porque “es” ofensiva. Primero se prohibe el humor, luego la palabra. No alas bromas de viejas, cojos, sordos o ciegos. Prohibido chistes de chinos, de haitianos. De españoles sí, que son unos tacaños... Ni de hombres afeminados, ni marimachos. Ni tartamudos. Ni de locos.

Ahora hay que hablar casi en clave, usando la definición en vez del sustantivo. Una señora pasada de peso con deficiencia auditiva antes era una señora gorda y sorda y la queríamos muchísimo

Si ahora hay que tratarla de “curvy”, se puede complicar...

IAizpun@diariolibre.com

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