Roberto y Mariano

Si usted quiere “joderse” en este país, trate de cumplir la ley, intente hacer las cosas como se debe y enfrente a los necios de ocasión.

Eso lo vemos todos los días en el tránsito, en las filas, y en cualquier ocasión en que los dominicanos tenemos la oportunidad de mostrar las “bondades” de vivir como chivos sin ley.

Esa es la razón por la cual quieren crucificar a Roberto Rosario Márquez y a Mariano Rodríguez.

Por primera vez en mucho tiempo, los partidos tuvieron que actuar por la ley. Los que creyeron que podían seguir haciendo y deshaciendo en materia electoral chocaron con el presidente de la Junta Central Electoral.

Los que pensaron que la justicia electoral iba a premiar sus desvaríos y violaciones partidarias, encontraron un muro en Mariano Rodríguez.

Esos partidos estuvieron dando la “patada del ahogado” porque no quisieron darse cuenta de que el juego había cambiado, no por la obra de hombres como Roberto o Mariano, sino por la nueva Constitución Política del 26 de enero del 2010, que ellos estaban en la obligación de aplicar.

Ya no se podían violentar los derechos de los miembros de los partidos; ya no se podía jugar a las candidaturas y a los partidos fantasmas para inscribirse en el Presupuesto nacional.

Por eso, en su frustración descargan toda su ira sobre los chivos expiatorios.

Es muy posible que Roberto y Mariano no sigan en sus actuales posiciones, porque al igual que a Máximo Gómez, su único premio probable es “la ingratitud de los hombres”.

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Adriano Miguel Tejada