Siempre lo mismo

Con el destape de la podredumbre entre algunos jueces, se inicia la campaña para favorecer a los delincuentes, porque hay que decirlo: aquí nunca se ha hecho una campaña para favorecer a jueces serios. Siempre es a favor de los maleantes, lo que significa que algo anda muy mal en esta sociedad, y no son sólo los jueces y los fiscales.

El Presidente de la Suprema Corte de Justicia no puede hacerle el juego a los que pretenden destruir para fines de juicio las pruebas que se tienen contra los infractores, ni a los que buscan cámaras con el caso. Las pruebas se presentarán en el juicio, donde debe ser, no ante el tribunal de la opinión pública.

Lo que hizo el magistrado Mariano Germán Mejía fue salirle al frente a la campaña en favor de los delincuentes togados promovida por oficinas de abogados envueltas en esas prácticas. Él no tiene que decir más nada. Él es juez, no fiscal.

Ahora corresponde al Ministerio Público actuar en consecuencia, y promover la más profunda de las investigaciones para determinar hasta dónde llega la red de funcionarios judiciales que negocian sentencias.

Esto no es nuevo. Cuando el magistrado Jorge Subero presidía el Poder Judicial se destaparon varios casos -el de jueces de San Cristóbal, por ejemplo- que se resolvieron de igual manera que ahora.

Lo que no se quiere entender es que la lucha contra la corrupción es como la lucha contra el cáncer: cuando se cura en un lugar, aparece en otro. Dejemos trabajar a la Justicia.

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Adriano Miguel Tejada