Al borde del abismo...

No hay una expresión mas singular que califique a nuestro país que la frase de que “somos un país sumergidos en un abismo”. Y es que para vivir sin volvernos locos en la realidad, es cuestión de marca mayor. Somos el resultado del refrán “Un clavo saca otro clavo”. Los escándalos de la OISOE fueron olvidados por la enorme ola de delincuencia que nos arropa y los feminicidios que están a la orden del día. Y como si fuera el guión de una película de terror los problemas sociales de RD, son resultado de otros problemas que no se atendieron en su momento de la debida manera. Vivimos en un país, donde compramos inversores y generadores eléctricos porque la luz no llega, aun así pagamos una tarifa eléctrica de las más costosas; compramos cámaras de vigilancia y pagamos seguridad privada por la ineficiente Policía que nos “protege” cuyo lema Ley y orden son antónimos exactos de lo que nos brindan.

Hablemos del caso Percival Matos, o mejor de los sobornos de Odebrecht o de los temibles aumentos de combustibles a los que Temo nos tiene acostumbrados ya los viernes de cada semana.

Todos los días vivimos un titular de noticia que nos quita de la mente el titular del día anterior. Vivimos en un círculo vicioso, en la ruleta del Hámster que no importa lo veloz que sea, su punto final será siempre su punto de partida.

Este año 2017 novel aún, nos llega con problemas viejos, los mismos y con poco ánimo manifiesto en las autoridades en resolverlos. Las circunstancias llevan a nuestro país por las sendas que conducen a un estallido social. Y no quiero ser pesimista pero...

Junior J. Kerry

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