Caos del tránsito

Más que un permanente dolor de cabeza, un estrés explosivo, un consumo de combustible exagerado, que a su vez presiona la prima del dólar y nos estrangula aún más nuestra ya precaria economía; una pérdida de tiempo irrecuperable, un calentamiento y una contaminación a nuestro medio ambiente sin precedentes.

Más que entenderlo como una tragedia, lo debemos ver como una vergüenza nacional e internacional, por el hecho de que son incontables los millones de pesos que nuestro Estado ha gastado a lo largo de los años a través de las tantas “instituciones” creadas dizque para organizar y viabilizar el tránsito.

Resultados a la vista: FRACASO TOTAL.

Sr. Presidente: porque estoy plenamente seguro de que es su voluntad y su deseo querer resolver o alivianar esta grave situación a sus compatriotas, y que me considero un ser cooperativo con las buenas acciones, he aquí algunas sugerencias y propuestas:

1ra. Creación de un ministerio único de transporte.

2da. Construcción de un mínimo de ocho (8) puentes, sobre los ríos Ozama, Isabela y Haina.

3ra. Consensuar sobre el transporte escolar con los padres y las direcciones de los colegios de mayor concentración de estudiantes de la parte céntrica de las grandes ciudades.

4ta. Reducción al máximo de los tantos VIP.

5ta. Acordar a través de las federaciones de transporte, salarios justos para los choferes de las denominadas guaguas voladoras, entre otras, que por razones de espacio nos impiden ser publicadas.

F.E

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