Dejen a Puerto Plata quieto

Puerto Plata, pedazo de tierra bañada por las cristalinas aguas del océano Atlántico, cobijada por la majestuosa presencia de la Loma Isabel de Torres, la cual en su cúspide le corona un Cristo con los brazos abiertos el cual nos abraza y nos recuerda su amor.

Fundada en 1502 más de cinco siglos de Historia le acompañan. Sus tierras vieron nacer puertoplateños de la altura y dimensión de Rafael Solano, Juan Lockward, Julio Arzeno, Emilio Prud´Homme, Virginia Elena Ortea, y los Generales Gregorio Luperón y Antonio Imbert Barreras y para las generaciones más recientes le mencionamos la magistrada Carmen Imbert Brugal, sólo por mencionar algunos nombres de prominentes munícipes de esta ciudad.

Pero el legislador Elías Serrulle, diputado por el Distrito Nacional, electo en 4 ocasiones, ostentando la diputación desde el año 2002 a la fecha, sugiere cambiar el nombre de nuestra provincia a Gregorio Luperón. Como doliente y conocedor de causa le digo, GRACIAS PERO NO...

No sé qué pretende, ni qué busca ganar, pero nunca y menos ahora es tiempo propicio para hablar de tan inicuo deseo, en momentos en que nuestra tierra enfrenta la más grande tragedia, después de las devastaciones de Osorio en los años de 1605. Nada se compara con los daños, pérdidas y calamidad que vive mi tierra. Ni siquiera San Zenón, ni aun el ciclón David, y muchos menos la tormenta Federico, afectó a tal número de puertoplateños como estas recientes lluvias.

¿Por qué ahora? ¿Cuáles son sus motivaciones? El día que deseemos cambiar de nombre, nuestros legisladores de eso se encargarán. Dejemos el populismo barato, la ignominia y el desdén por mi tierra, busquemos otras cámaras hacia donde dirigir los reflectores.

Puerto Plata se levanta y resurge, como el Fénix desde las cenizas, que nadie quiera mancillar o profanar el nombre y memoria de la cuna histórica de nuevo mundo.

Junior J. Kerry

Envíe sus cartas a:

cartasalpresidente@diariolibre.com

Diario Libre