Impuestos a lo criollo

Es la segunda carta que dirijo a dos Presidentes de la República en mis 63 años de edad trabajados desde que tengo uso de razón.

Si bien lo sabe el publico que me ha respaldado en estos últimos 23 años, cuando Dios me iluminó para que pusiera un negocio pequeño en la Capital con el nombre de Cosas del País, así mismo he llevado sin tregua, sin descanso, sin vacaciones, sin subsidios, sin tener ni siquiera techo propio, vehículo, seguro, y tener la plena satisfacción, de ser respaldado por Don Freddy Beras Goico, que llegó a decir que no sabía que se podía tener un negocio romántico con tantas expectativas de ayudar y preservar las costumbres culinarias y las tradiciones de cada pueblo.

Comparto con el director de la DGII la persecución a los evasores de impuestos.

Lo que sí le puedo decir con pruebas, es que mantenemos en producción activa día tras día, a más de 467 familias en casi todo el país, para que esos hombres, mujeres y sus hijos, produzcan su sustento.

De esas familias, el 95 % no está preparado para llevar un régimen tributario por el libro. Sus precariedades no alcanzan siquiera para producir una paila de dulces con dinero propio, porque todos los días le suben el azúcar, los plásticos, el pasaje, la leche, el gas, y los ayudantes necesitan su dinero inmediatamente hacen su trabajo.

El deseo de seguir trabajando y de seguir visitando cada rincón de la República no es mi problema. Mi problema es que tenga que reducir esas compras por presiones de pago que no puedo replicar al cliente para poder cubrir facturaciones en impuestos a cosas que traigo de los campos, montañas, y lomas de la República Dominicana.

Espero tenga Ud. un día de sorpresas, y se tome un mabí del Seibo en Cosas del País.

Carlos Estrella

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