Unir la nación con un plan de desarrollo

Señor Presidente: se dice que somos el país de mayor crecimiento económico de América Latina y, sin embargo, nuestro índice de salud, educación, empleos, salarios, transporte, etc. no parecen ir a la par de ese crecimiento, pues casi siempre las evaluaciones en esos renglones nos colocan en los últimos lugares. ¿Cuál es la razón de semejante disparidad? La explicación podría residir en tres factores fundamentales: una presión tributaria de menos de 14%, una administración no siempre eficiente de los recursos del Estado, por último, debilidad en la aplicación de la ley.

Si tales factores son correctos, es obvio que si los más beneficiados por dicho crecimiento (empresarios, industriales, comerciantes) no aportan al fisco lo que les corresponde y si el Estado y los ayuntamientos no fortalecen sus instituciones, la situación de desequilibrio persistirá indefinidamente lo que supondría una amenaza a la estabilidad futura de la nación.

Sin duda, la solución sería de carácter integral, en el que Gobierno y sector privado deberán desarrollar la conciencia y voluntad política necesarias para unificar la nación en torno a un proyecto armonioso de desarrollo que evite futuras convulsiones sociales. Una tarea onírica si se quiere, dado los niveles de egoísmo e individualismo prevalecientes, pero todavía albergamos la esperanza de que usted y su equipo, Sr. Presidente, puedan hacer el milagro. ROBERTO CASADO HUGHES

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