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Comunicación Pública gubernamental

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Comunicación Pública gubernamental

BUENOS AIRES. Esta ciudad de poco más de 3 millones de habitantes y centro financiero y de negocios, así como eje importante de un intenso intercambio cultural de la región, receptora de una inmensidad de teatros (cuarta mundial de importancia), fue escenario de la lV Cumbre Mundial de Comunicación Política.

Es la segunda ocasión que participo de este cónclave, donde se dieron cita desde las mentes más experimentadas en comunicación política y el marketing electoral, hasta las figuras emergentes más notables en la materia.

He asistido a otras actividades de este tipo, pero de la primera participación como expositor, en la Cumbre de Ecuador, guardo el grato recuerdo de haber entrado en contacto con miles de jóvenes ecuatorianos que participaron, atraídos por los temas de comunicación y política.

Quedé, además, impresionado por la asistencia abrumadora de expertos del continente y de España. Jóvenes estudiantes y recién graduados de comunicación colmaron los auditorios dispuestos para acoger a los cerca de 9 mil asistentes que se inscribieron para ser parte de aquel memorable evento en Ecuador.

Este año, la ciudad de Buenos Aires recibió a unas 2 mil personas, entre especialistas de los temas sobre comunicación política y marketing en campañas electorales. Fue en la cabecera del antiguo Puerto Madero, a orillas del río La Plata, donde están ubicados los cuatro docks de la Pontificia Universidad Católica de Argentina (UCA), en la avenida Alicia Mureau De Justo, el escenario de las conferencias.

Bajo un frío de 6 grados Celsius, los asistentes pudimos disfrutar no solo de los profundos contenidos de los conferencistas, sino el hecho de poder apreciar todo el proceso de urbanización de esa zona, que sacó provecho a la construcción original, ligado con nuevos modelos de arquitectura moderna.

El pasado miércoles en la mañana fue el acto inaugural y, ese mismo día, arrancaron los paneles, talleres y conferencias en un ambiente académico, de intercambio de ideas y, como no, de cruce de tarjetas para propuestas de negocios en el ámbito de la consultoría de comunicación.

"Desafíos de la Comunicación Pública Gubernamental: De las promesas de campaña a la gestión de gobierno". Ese fue el tema que abordé en mi exposición, en el panel 8, compartido con Juan Courel, secretario de Comunicación Pública del gobierno provincial de Buenos Aires y Miguel Jaramillo Lujan, subsecretario de Comunicación de la Alcaldía de Medellín, dos jóvenes bien conocedores del tema.

Nuestra intervención se enfocó en cómo después que se ganan las elecciones, se gerencia la comunicación pública en un gobierno, alcaldía o gobernación, atendiendo a las premisas de que en un régimen democrático, la información pública es un derecho ciudadano, que no hay mejor forma de gobernar que comunicando, pues ese ejercicio sirve de instrumento de transparencia y legitimación.

A partir de nuestra modesta experiencia, compartí con el auditorio cómo la comunicación pública debe servir de eje transversal del programa de gobierno presentado al electorado. Es decir, tenemos la experiencia de que ese instrumento de propuestas programáticas que se airea en el marco de la campaña, es archivado una vez se gana el gobierno. Debe haber una conexión entre éste y una estrategia de comunicación pública integral, de manera que haya una sintonía entre lo que se hace y lo que se dice.

Los antecedentes del año 2004 se remontan a una comunicación pública de gobierno limitada a distribuir notas de prensa, además de la falta de una misión, una visión y la carencia de estrategias, de planes operativos y de un plan de formación y actualización de los gestores de comunicación, responsables de cada una de las oficinas de relacionamiento público.

La planificación formal no estuvo presente en la comunicación pública de gobierno en la República Dominicana hasta nuestra llegada a la Dirección General de Información, Prensa y Publicidad de la Presidencia. Compartimos cómo a nuestra llegada a la posición se producía un no reconocimiento al programa de gobierno y una desconexión entre los gestores de la comunicación pública y los Ministros, directores o administradores de entidades del gobierno central. Cierto que en ese terreno quedaron desafíos pendientes.

A partir de todos estos elementos, junto a un equipo de trabajo enfocado en gestionar la comunicación pública, le dimos un nuevo sentido, al extremo de que avanzamos en el esfuerzo de que los funcionarios otorgaran un mayor nivel de reconocimiento de su rol, importantizando a los encargados de prensa.

Explicamos en la Cumbre Mundial de Comunicación Política que hubimos de organizar cuatro seminarios con los jefes de prensa, del primero de los cuales surgió la propuesta sobre la estructura que forjamos en los últimos cinco años. En el primero de esos seminario hicimos la estrategia de comunicación 2008-2012, con sus planes operativos, de monitoreo y el inicio del trabajo para la creación de una cultura de prevención de crisis en cada oficina. En este último aspecto, expliqué, avanzamos mucho, aunque terminamos con tareas por resolver.

La gerencia de comunicación que nos tocó encabezar, creó un clima de participación, democrático y abierto, donde los gestores de cada agencia del gobierno tenían la libertad de desarrollar sus actitudes, conocimientos y nuevas prácticas acerca de la comunicación pública.

El diseño de todo un sistema integral de comunicación facilitó el trabajo, democratizó las decisiones y minimizó los riesgos para que la comunicación política no se convirtiera en una forma de propagar mentiras. Los logros de las políticas públicas que se promovieron a través de ese plan durante el gobierno del ex presidente Leonel Fernández están a la vista de todos, y fue uno de los factores que contribuyó para que el PLD retuviera el gobierno.