¿Dónde se ha metido Wally?

No es que haga falta, pero se extraña al embajador norteamericano en estos días en que los dominicanos se juegan políticamente su destino.

Wally, como se conoce entre los suyos, no es hombre de andar por los centros espiritistas, pero igual se le busca y no se le encuentra en esos lugares.

No se lo habrá tragado la tierra, pero sí parece que encerrado en la embajada.

Después de sus idas y venidas con el presidente de la Junta, o del intento fallido de la USAID por observar las elecciones, se sospechan, pero no se saben, las razones de su recogimiento.

Incluso intriga que luego de darse tanto brillo, o de ser una especie de estrella pop, con comparecencia frecuente en los medios, se mantenga de bajo perfil.

Quienes confiaron en que el imperio enfrentaría el Estado Islámico de la reelección, y que esta vez el PLD no pasaría, ahora no saben qué hacer.

Guardaron su fortuna política en lugar húmedo y ahora, de pronto y sin esperarlo, se les vuelve sal y agua. Mateo, el evangelista, no fue político, pero aconsejó dónde guardar los tesoros.

Dijo que en el Cielo y nunca en una embajada, por muy influyente y poderosa que fuera. ¡Oh, my God!

Diario Libre