El PRD tiene que pensarlo mejor...

Galeano hizo una distinción interesante entre indignos e indignados. Los perredeístas pueden hacer otro tanto después de lo de la Liga.

Dividirse entre indignos e indignados, pues ese estado de ánimo les va.

Si no lo hicieren, el socio podría reiterar lo que lleva dicho, de que dio más de la cuenta, que ya es tiempo de guardar la chequera, y que deben conformarse con ese mucho, pues podrían perder lo poco que no agradecen.

Los perredeístas no encontraron alas para volar, pues al desplumar el Tigre al Águila, el fastidio aguilucho fue duelo nacional y no quedó espacio para otro rencor.

Si se pasan de allante y realmente intentan irse, que dejen la puerta abierta y la luz prendida, pues comprobarán que afuera la china está más agria y tendrán que pagarla.

El chinero no cree en los números del Banco Central, que su esquina es la misma y si no pedalea con fuerza ni sale ni vuelve, y todavía no hay bono naranja.

Un ocioso preguntó por los indignados, y un indigno respondió: “Miguel no, que yo sepa”. Y el chusco que no falta agregó: “lo veo tan feliz en la Cancillería”.

¿Y entonces, pues?

Diario Libre