Los senadores en la trampa

Los senadores del PLD saben cuál de ellos será presidente de la cámara alta, y lo más interesante es que afilan cuchillos para sus gargantas.

Hacen la tarea a la opción potencialmente ganadora.

La mayoría afirma y firma el uno y uno, de manera que puestos en fila puedan ser todos al cabo de los años, o por lo menos cuatro en el próximo mandato.

La alternabilidad sería una regla de oro, pero no debe olvidarse lo que se dice desde los inicios del mundo: no todo lo que brilla es oro. Y, además, como principio sería igual para todos, haciendo olvido del pasado.

En la actual circunstancia sería un gancho, un atajar para que el mejor posicionado, el mismo de antes, enlace de nuevo. La alternancia tumba del caballo a Cristina, y dispone el estribo para Reinaldo.

Reinaldo sería el cambio, como Balaguer en el 86, y sin aludir para nada los 11 o 12 años anteriores, que ahora no contarían. Con razón, el Secretario General aprueba o apoya la alternabilidad.

Los demás no advierten la trampa, y lo peor para un cazador es quedar atrapado en su propia trampa, y mucho más si es para oso, y el animal anda cerca.

¡Un poquito para atrás, por favor!

Diario Libre