Ya Nueva York no es la misma

Los políticos dominicanos quisieran hacer de Nueva York una segunda casa, y ese no es un sentimiento de ahora, sino de mucho antes.

Desde cuando se iba y se recogía, pues los dominicanos entonces eran generosos en la política y con los políticos. El dirigente que no traía la alforja llena, por lo menos trajes a la moda.

Ahora, aunque la bachata anda por sus calles y en algunas zonas luce ritmo propio, no hay tanta abundancia, y más que buscar, hay que llevar.

No hay inversión que no se cobre, y en el caso de los dominicanos de allá, que se dedican a la política de aquí, la renta podría ser más alta que cualquier producto en bolsa.

Los empleos aumentan, y por igual las agencias con representación en la urbe, y después del anuncio del Presidente, una especie de bono casa.

No fue una visita sorpresa, pues el viaje estaba en agenda, pero sí el resultado. Un santicló adelantado y yendo del calor al frío.

El mandatario no brincó ningún charco, pero sí caminó las calles de una ciudad que nunca duerme. Y hasta con suerte, pues se habla de un piquete, pero ni él ni sus acompañantes se enteraron.

La policía de Nueva York, al parecer, hace magia.

Diario Libre