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Zona fronteriza
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Binacional es el esfuerzo de dos países soberanos por el desarrollo

Organismos multilaterales financiarán los estudios de impacto

SANTO DOMINGO. “¿Qué usted entiende por la palabra binacional?”, pregunta el empresario Juan Bautista Vicini”, del Grupo Vicini.

“Dos naciones”, responde el director de Diario Libre, Adriano Miguel Tejada.

Así, en forma de pregunta, empieza la primera respuesta en la entrevista de Diálogo Libre sobre un tema de palpitante interés “nacional y binacional”.

Los invitados son los principales ejecutivos del Consejo Económico Binacional Quisqueya (CEBQ). Además de Vicini, están presentes Fernando Capellán, presidente del Grupo M y Codevi, pionero en el país en los proyectos empresariales binacionales en la Frontera, y Rafael Paz, vicepresidente del Consejo Nacional de la Empresa Privada (Conep). Les acompañan, además, José Luis Arteaga y Guillermo Julián, también ejecutivos del CEBQ. Explican los planes para desarrollar ambos lados de la frontera, lo que supone un gigantesco y combinado esfuerzo pro desarrollo desde República Dominicana, de un lado, y desde Haití, desde el otro.

Ese megaproyecto económico y social promete una gran solución de desarrollo fronterizo, de cara al futuro, aunque en el presente parece ir contra una corriente que, por el confuso tema migratorio, amenaza con cavar un abismo insondable y oscuro entre ambos países.

“Dos naciones”, confirma Vicini. Y en el caso concreto del CEBQ, se trata de “la expresión y el esfuerzo de dos países soberanos invirtiendo en la Frontera”, agrega.

La idea de los proyectos que se propone ejecutar el CEBQ comenzó a gestarse desde “la batalla”, o mejor dicho en el contexto del conflicto entre los dos países, hace dos años, cuando se implementó una veda a productos agropecuarios dominicanos. Con el tiempo, se reúnen empresarios de ambos países que manejaban una buena parte del comercio binacional. En ese entonces, “lo más curiosos es que no nos conocíamos”, recuerda Fernando Capellán.

Así fue posible que “por primera vez” por promociones de ambos gobiernos se sentarán empresarios dominicanos y haitianos para buscar soluciones como propuesta para ambos Estados, sobre tema de índole comercial y empresarial, explica Rafael Paz.

Vicini agrega: “Cada vez que entrábamos en el tema comercial, en el de la informalidad, terminábamos en el tema de la inversión en infraestructura, en los cruces, en tecnología, en producción”.

Después surgieron reuniones en Miami, Puerto Príncipe y Santo Domingo. Éstas dieron pie a una reunión de “alto nivel”, en Jimaní, encabezada por el ministro de la Presidencia, Gustavo Montalvo, del lado dominicano, y por el país vecino, Laurent Lamothe, entonces primer ministro de Haití. Una de las resoluciones aprobadas en esa reunión fue la de crear un órgano permanente empresarial con el objetivo de promover las inversiones público-privada.

Como parte de esas inversiones público-privada, los organismos multilaterales (como el BID y el Banco Mundial) están interesados en costear la fase de los estudios de factibilidad y de impacto de los diferentes proyectos. Esa inversión es considerada “fundamentalmente” del Estado, porque ellos la hacen como unas donaciones a la Comisión Mixta Bilateral.

En los fondos de inversión “nosotros le estamos reconociendo a ambos Estados” esas donaciones como su participación (“equity”) en la gestora de inversión público y privada para cada país, explica Juan Bautista Vicini.

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