Compartir
Secciones
Podcasts
Última Hora
Encuestas
Servicios
Plaza Libre
Efemérides
Cumpleaños
RSS
Horóscopos
Crucigrama
Más
Contáctanos
Sobre Diario Libre
Aviso Legal
Versión Impresa
versión impresa
Redes Sociales
Lengua española
Lengua española

“Que se importe profesores, pero con talento”

Participantes del Diálogo Libre hablan sobre los métodos de enseñar el español en el país

SANTO DOMINGO. La realidad que enmarca la enseñanza del español en la República Dominicana amerita de un proceso de transformación que lleve a un nuevo enfoque de los procesos en las aulas. Si para esas transformaciones es necesario importar profesionales de otros países, deberá hacerse, pero esa importación tiene que hacerse con criterios realistas, y traer a profesionales que tengan verdadero talento.

El tema lo abordaron los educadores Andrés L. Mateo y Nan (Reynaldo) Paulino Chevalier, decano de estudios generales y director del Departamento de español de la Universidad APEC, respectivamente, y Bartolo Molina, profesor de la Universidad Autónoma de Santo Domingo (UASD), durante su participación en el Diálogo Libre, de este Diario Libre.

“La educación dominicana tiene un déficit sustancial. Una de las referencias obligatorias a enfrentar en términos de propuesta metodológica, de transformación curricular, de resultados, puesto que la educación es siempre resultados, en términos de competencia y posibilidades del sujeto, son las matemáticas y el español”, plantea Mateo.

El también historiador entiende que si la importación de profesores, como reiteradamente ha anunciado el Ministerio de Educación, viene a mejorar y transformar positivamente la calidad del sistema, será bien acogido. Citó como referencia la transformación de Sarmiento en Argentina de finales del siglo XIX, que conllevó la importación de maestros, y que todavía hoy se analiza el impacto positivo que tuvo.

Mateo entiende que el profesorado dominicano no avanza en competencia a la misma velocidad que demanda la actualidad, por lo que insiste en la necesidad de cambiar la conducta de entrada del sistema educativo.

Molina amplía sobre las falencias que advierte en el docente dominicano.

Empieza cuestionando el hecho de que los estudiantes no sepan hacer una cita, lo que -a su juicio- se debe a que tampoco los profesores les motivan a ello, y no tienen la competencia. También cita errores en patrones sintácticos, fonológicos y del léxico que se aprecian en el mismo docente. “Lo que menos se ha estudiado, y más importancia tiene, es la influencia del discurso del maestro en el aula. No sólo en el vocabulario, el tono de voz, que da pena que hasta para hablar por celular es voceando, y lo hacen, porque los profesores también vocean en el aula”.

Molina apoya la importación de profesionales, pero reflexiona en el tipo que se pueda importar, el para qué y para quiénes.

“El problema fundamental es que quienes estudian educación son los peores, y hay que decirlo con tristeza, porque es la carrera peor pagada. Un maestro con talento termina reclutado por las universidades, porque no es competitivo el sueldo. Entonces, lo primero que hay que plantearse es ¿a quiénes van a traer que estudie educación?”.

En segundo plano plantea la necesidad de que se revise el talento nacional que existe, que a su decir, es mucho y con capacidad, aunque frecuentemente subestimado.

Por último se pregunta Molina qué tipo de profesionales extranjeros puedan llegar, y espera que sean personas con un verdadero talento.

Nan Chevalier, de su lado, considera que muchas de las deficiencias de la educación tienen que ver con el bajo nivel de lectura. Coincide con Mateo y con Bartolo Molina en que, se tiene que volver a la práctica de lectura y escritura y que para ello hay que mirar a la literatura como modo de expresión de la lengua. “En la medida en que en el sistema no se insista en la lectura de los mejores escritores, nunca será elevado el nivel educativo. Pero no es literatura como placer, sino con la propuesta de que el docente se anime al proceso de escritura”. Insiste en que el maestro tiene que sacar tiempo para la lectura y la escritura, de modo que pueda emplear y enseñar mejor el español.

Los educadores coinciden en que sin las transformaciones sustanciales de la enseñanza del español y la matemáticas, los resultados de la educación seguirán siendo los mismos.

TEMAS -