AMET y tapones

Es un axioma dominicano: donde hay un tapón, hay un agente de la AMET, y el del miércoles pasado en la capital fue de antología. Con el combustible que se gastó en ese tapón general se pagaba parte de la deuda externa.

Algo hay que hacer con la AMET. Desde que pasó a la Policía es un desastre. Sólo detiene a los choferes no sindicalizados. Los guagüeros no cometen infraccciones en este país. A la AMET hay que devolverle la relativa autonomía de su fundación, con gerentes técnicos, no policías que llegan ahí sólo porque no saben dónde ponerlos.

La educación de los conductores, el otro gran problema, sólo se logra con macana. Las multas son la mejor escuela de aprendizaje a no violar la ley. Ni la posición social, ni la educación formal bastan. Los peores conductores son los que tienen las yipetas más grandes, pues esos se creen jefes, ignorando que al “Jefe” lo mataron hace más de 50 años.

No se pueden seguir repitiendo los métodos que han probado ser ineficaces. Esta ciudad no aguanta más.

Diario Libre