El diálogo todo lo puede

Quien participa activamente de la vida pública no puede perder el juego por abandono, o forfiet, como se dice en inglés. Tiene que mantenerse sobre el ring aunque le estén dando todos los golpes, porque el de la victoria o knock out puede surgir en cualquier momento de cualquiera de los contendientes.

Esa lección la ha aprendido con éxito el combativo Waldo Ariel Suero, presidente del Colegio Médico Dominicano, que se negó a abandonar el escenario a pesar de lo que parecían desplantes o de la actitud de sus asociados que querían ver correr la sangre.

Eso se le olvidó a los partidos de oposición que abandonaron la cancha y ahora le están pidiendo al adversario que no reconocen como campeón, que los reciba, sin haber hecho nada como retadores para merecer la cortesía.

Es que la primera lección del diálogo, de todo diálogo, es el reconocimiento de la otra parte como legítima. Si la oposición exige que la reconozcan como tal, tiene que reconocer a su adversario como legítimo. Es lo que se ha dado en el diálogo médico, aunque no lo hayan dicho: mientras esté abierto, el diálogo lo puede todo.

Diario Libre