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Las leyes y la economía

Un principio cardinal en la elaboración de normas es que no se puede ir contra la naturaleza. Es decir, las leyes de la física son superiores a las leyes que crean los mortales.

El Congreso Nacional acaba de aprobar una nueva Ley de Tránsito que supera en muchos aspectos a la conocida Ley 241, que sigue siendo la base de todas las normas sobre el tema.

En esa nueva ley se pretende desconocer la realidad del país y las leyes de la economía.

Por ejemplo, se ordena que los carros públicos no puedan montar más de tres pasajeros en el asiento trasero. Eso está muy bien, pero ¿quién lo va a aplicar? ¿Se dedicará ahora la AMET a desmontar pasajeros adicionales de los carros públicos, sobre todo en horas pico?

Del mismo modo, el concho existe todavía por razones de economía real: la falta de empleos en el país deriva a muchos a buscar su sustento conduciendo un automóvil. Si sacamos del sistema a tres mil conchos, lo cual sería bueno para el tránsito, ¿dónde están los empleos para sostener esas 3,000 familias?

Cuando los legisladores tengan sentido práctico, tendremos buenas leyes.

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