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¿Deben los mÉdicos cumplir su horario de trabajo?

Claro que sí! Los médicos estamos reclamando al Gobierno que sea más justo con el salario que nos paga. Hay una Comisión negociadora mediada por un miembro del clero que busca un acuerdo en ese sentido.

Desde la caída de la dictadura trujillista, todos los gobiernos se han mostrado tacaños con los médicos. Todos han creído que necesitamos menos comida, abrigo, diversión y medio de transporte que un zumbador. Claro, todos admitimos que los gobiernos del PLD son los que se han mostrado más sensibles con nuestros reclamos de mejoría salarial. Sin embargo, los médicos que por cuatro décadas hemos militado en este partido, hemos tomado el trago más amargo de nuestras vidas porque abrigábamos, desde los conciliábulos de aquella desaparecida Comisión de Salud del Comité Central, la esperanza de que la otrora Secretaría de Estado de Salud Pública y Asistencia Social, sería reorganizada de arriba-abajo a fin de que todo nuestro sistema de salud fuera transformado en una institución reconocida por su eficiencia en todos los niveles de atención, debido a que solo así estaría en capacidad de romper con las trampas, vasos comunicantes y truquitos que han impedido que hoy tengamos un verdadero sistema de salud que funcione bien organizado y con eficacia probada.

En cambio, hoy tenemos un sistema sanitario costosísimo pero ineficaz en un 70%. De nada sirvió analizar extensa y críticamente aquel famoso “Informe Lalonde” del 1974 sobre el estudio hecho por expertos del Ministerio de Salud y Colegio Médico de Canadá, donde se concluyó que la salud de la población depende de: su potencial genético, condición socio-ambiental, estilo de vida y organización de la atención sanitaria, siendo éste ultimo el más importante de los cuatro factores. La organización de la atención a nuestros enfermos ha sido y es el dolor de cabeza para el sistema; la desorganización imperante en los diferentes niveles de atención al enfermo hace que el costo de la salud sea elevadísimo mientras su calidad es bajísima.

Pero ¿adónde se origina tanta ineficacia? Llevamos muchos años en acusaciones mutuas entre los médicos y el Estado. Como el Estado ha sido ineficaz, los trabajadores del sector salud se han aprovechado de esa debilidad y se han limitado a conseguir lo que puedan mediante huelgas en las que generalmente se toma a los enfermos como rehenes para obligar al Gobierno a negociar un arreglo.

Cuando el Gobierno dice que está dispuesto a mejorar los salarios pero a condición de que cumplamos un horario con calidad y calidez en la atención al enfermo, nuestro gremio responde que aceptamos que nos aumenten los sueldos pero sin el condicionamiento de cumplir con el horario de trabajo establecido en los hospitales. ¡Pero tú oye eso, Chicho!

El Estado paga bajos salarios y nuestro gremio pide nombramientos de más médicos y se nombran; y allegados al Gobierno de turno gestionan el nombramiento de médicos y son complacidos. Pero muy pocos de esos médicos se sienten comprometidos con la buena marcha del sistema de salud ni del hospital donde los asignan. Si quieren van un ratito a “trabajar” pero si no van, nadie les reclama nada. Muchísimos colegas disfrutan de dos empleos en el Estado pero no cumple con ninguno. Pero lo peor es que a los que cumplimos responsablemente un horario, damos de nuestro tiempo a la docencia de los futuros especialistas y somos miembros de varias comisiones del hospital, aquellos que no cumplen con su trabajo, nos llaman con el mote más infamante y deshonroso que se conoce, que es el de “pendejos”.

Esta vez, el Gobierno tomó la delantera. Propuso que haría un notorio aumento de los sueldos pero solo si se cumple con el horario que dice la ley 395/14 de carrera sanitaria acerca de la jornada de trabajo, y la ley 41/08 de Función Pública que establece una jornada de 30 horas semanales mínimo y 40 horas máximo. Confieso que durante los últimos diez años solo trabajo entre 20 y 24 horas semanales porque descubrí que era uno de los 15 a 20 “pendejos” que vivía estresado, con un sueldo miserable, que difícilmente podía ejercer a nivel privado, mientras muchísimos colegas viven holgadamente con dos empleos que cobran pero que no cumplen.

El Gobierno ofertó un aumento en nuestros sueldos que puede alcanzar entre un 75% y 85%. Y lo dijo así: un aumento general de un 25% y ciertos incentivos que irían de un 50% a un 60% por buen desempeño, riesgo laboral (para intensivistas y las especialidades quirúrgicas), docencia y distancia. Este paso busca que médicos que tienen dos empleos en el Estado, por ejemplo, dos de 35 mil pesos, cobre 70 mil unificado aunque tendrá que dedicar seis u ocho horas a un solo hospital. A los que estamos habituados a cumplir horario esto nos beneficia porque ganaríamos más y dejaríamos de ser los “pendejos” para los que tienen dos empleos hospitalarios pero no cumplen ninguno. Para mí, la propuesta del Gobierno es atendible y la apoyo a fin de que nuestros enfermos reciban atención continua, a tiempo y de buena calidad. El acuerdo debe incluir que no habrá un solo médico cobrando uno o dos empleos sentado en su casa, a menos que esté pensionado, jubilado o enfermo.

menpe120@gmail.com

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