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La Feria y su entorno

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La Feria y su entorno

Luego de dos semanas la Plaza de la Cultura cierra sus puertas a uno de los eventos culturales más importantes a nivel nacional. La Feria Internacional del Libro de Santo Domingo (FILSD) concluye su versión 2013 presentando su décimosexta edición con un legado de eventos y un conjunto de ofertas que motivaron los visitantes a ponerle las "manos a los libros".

Durante este período, todo el entorno directo al recinto ferial estuvo impactado de forma sensible ante la gran cantidad de desplazamientos que se producen con regularidad por las calles próximas, unido a la avalancha de personas que busca en la Feria del Libro un espacio para el paseo distendido y para el encuentro urbano primaveral.

A pesar de que las vías que bordean la Plaza de la Cultura (Pedro Henríquez Ureña - César Nicolás Penson y Máximo Gómez) contaban en esta ocasión con un buen dispositivo de seguridad vial, coordinado por la Autoridad Metropolitana de Transporte (AMET), el cual no permitía el estacionamiento en las avenidas y contribuía con la conducción del tránsito en la zona, la atracción ferial aumentó los desplazamientos y, por ende, la necesidad de una mayor cantidad de estacionamientos.

Al llegar las horas de mayor movimiento en el área metropolitana de Santo Domingo el impacto se expande por toda las vías que se conectan a las instalaciones donde se realiza el evento, afectando el desplazamiento de los peatones y conductores que se movilizan en el cuadrante delimitado por las avenidas 27 de Febrero, Bolívar, Leopoldo Navarro y Tiradentes. Este incremento en la cantidad de unidades vehiculares incide en el aumento de la contaminación, la percepción de inseguridad, el incremento de la lluvia ácida, más entaponamientos, mayores probabilidades de accidentes en la vía y una disminución importante en la oferta de estacionamientos.

Ahora la pregunta es, ¿Cuándo entenderán los organizadores de la Feria del Libro el impacto de este evento en el tránsito de la Capital?

Durante los últimos años hemos presentado evidencias incuestionables de los trastornos que produce este evento de gran importancia en la cotidianidad de la ciudad; se han planteado nuevas opciones para la ubicación de las próximas ediciones, sin embargo, la FILSD continúa ocupando las instalaciones de la Plaza de la Cultura y, con ello, continúa impactando toda la ciudad.

Con la apertura de la segunda línea del Metro de Santo Domingo (MSD), el impacto de la Feria del Libro en el tránsito urbano se multiplica por varios puntos de la ciudad, ya que los autobuses que se movilizan desde el interior del país hacia el Distrito Nacional se estacionan en las vías próximas a las estaciones del Metro, a la espera de que sus pasajeros aborden las unidades luego de concluida su visita por las instalaciones de la Feria. Esta situación evidencia la ausencia de planificación, desaprovechando la oportunidad de vincular la FILSD con las estaciones del MSD, a través de un circuito de parqueos que permitan a los conductores estacionar su vehículo y llegar al recinto ferial a través del sistema ferroviario.

Es necesario que la ubicación de la FILSD y su articulación con la ciudad sea abordado tanto por los organizadores del evento como por los administradores de la ciudad, pues con el incremento de la población, el aumento del parque vehicular y la consolidación de la Feria Internacional del Libro como un espacio de encuentro a nivel nacional, los problemas que se derivan de la ubicación céntrica continuarán en aumento.

@erickdorrejo