La telenovela de Martha y Vakeró

Vakeró, al parecer, llevó la peor parte, pues está purgando su pena del alma y del cuerpo en una cárcel de San Pedro de Macorís.

Que ni siquiera de la capital.

Sin embargo, lo suyo es un purgatorio comparado con el infierno que está viviendo Martha, pues ni hombres ni mujeres perdonan lo que hizo.

Ella, mujer de las redes, se dio cuenta e intentó defenderse como gata boca arriba, pero con poco éxito. Su causa no despierta simpatías y ni siquiera conmiseración.

La denuncia tal vez pudo haber pasado como los pleitos normales de pareja, pero las fiscales siempre tienen descuidos por pagar y no los cobran al primero que llega.

Se aprovechan de los personajes de la farándula.

Vakeró lloró, pero fue porque olvidó que las lágrimas de los varones no conduelen como las de las hembras. Ellas por simulada debilidad, ellos por rabia e impotencia.

Aunque dicen que en su caso fue por amor.

Peor para Martha, entonces. ¿Cómo subirse a una tarima y cantar sin un público que la aplauda? La solidaridad con Vakeró la convierte en mala e incomprendida.

No hay peor venganza que la de las emociones.

Diario Libre