Algo más, Señor Presidente

En este país hacen falta muchas cosas. Usted ha ejecutado varias, lo sé, pero algunas de las que quedan hay que recordarlas a sus Ministros. Una que a mí y a muchos otros ciudadanos nos interesa es la educación sexual en las escuelas. Da pena, y hasta rabia, que muchas niñas de apenas diez, doce, quince años, salgan embarazadas porque no se les ha dado a conocer lo que conlleva tener relaciones sexuales e hijos a tan corta edad, lo cual les hará cambiar su vida para siempre. Es cierto que les toca a las madres, a los padres y a toda su familia decirles lo que deben hacer y no hacer acostándose con un novito. Pero hoy en día mucha de esas familia, en especial los de clase baja, no tienen en su mente lo que es la educación y esos hijos e hijas van a las calles y hacen lo que quieren sin saber sus consecuencias. Le toca al Ministerio de Educación poner un médico y un psiquiatra en cada escuela para que, por lo menos una vez al mes, le digan lo que conlleva el sexo y le puedan explicar también cómo hacerlo de buena manera y sin consecuencias.

Otra cosa, Señor Presidente, es el mal estado en que se encuentran muchos hospitales públicos. Me cuentan que cada paciente tiene que comprar sus medicinas, algo que cuesta mucho dinero. Recuerdo, muchos años atrás, ir a un hospital lo podía hacer cualquier persona porque le entregaban, sin costo, sus medicamentos. Me dice una señora que viene cada mes a mi casa para que le dé un dinerito para comprar unas pastillas, que además de esas no tiene acceso en el hospital a que asiste a poder comprar las otras.

Por si usted no lo sabe, Señor Presidente, el Ministro de Educación y la Ministra de Salud Pública son mocanos, y los mocanos somos “secos, sacudíos y medios por buen cajón”.

Discúlpeme, Señor Presidente, pero intervengo en estas cosas por ser dominicana y me duele lo que veo en menores de edad y en ancianos desposeídos. Muchos tienen seguros, lo sé, pero no todo el que lo necesita. Muchas niñas, sin saber las consecuencias, están embarazadas. ¿No sería bueno que hasta a los padres se les diera una lección en cada escuela?

Ligia Minaya