Las “Lecturas”

No puedo ocultar la satisfacción y “gozo cultural” que me da el disfrutar cada sábado de las LECTURAS, de Diario Libre. En la edición del sábado 23 de julio de 2016 disfruté al máximo éstas, con tal profusión, que recordé lo escrito por Matthew Arnold en Cultura y Anarquía, en el que explica que la cultura tiene su origen no en la curiosidad, sino en el deseo de alcanzar la perfección.

Desde esa perspectiva, dando como bueno y valido que en República Dominicana lo que ha acontecido es una anarquía en la construcción de la cultura, que ha tenido como causa eficiente el oscurantismo político-social a que hemos sido sometido durante distintas épocas de nuestra historia pasada y reciente, estos artículos constituyen un bálsamo que ayuda a restañar las heridas culturales del pasado y a tener confianza en el presente, con la esperanza de ayudar a construir el futuro, bajo la égida de una prensa escrita responsable y formadora de ciudadanos.

Encontré en el internet un comentario al libro Cultura y Anarquía donde expresa, “lo más triste del asunto es que hoy en día el sistema educativo y de acceso a la información, controlado por ministerios en el primer caso y por agencias de información y medios en el segundo, quizá no se alejan tanto de esa voluntad de contentar a las masas dándoles únicamente lo que necesitan para poder seguir bajo su yugo”, agrego yo, convenientemente.

Es la razón que motiva escribirle, ya que estas distorsiones o vacíos en nuestro entorno cultural son llenadas con la contribución que hacen sus colaboradores Aníbal de Castro, Ligia Minaya, José Rafael Lantigua y José del Castillo Pichardo, que con sus trabajos de investigación ayudan a superar los “entuertos” a que hemos sido sometidos por gente anodina y falta de escrúpulos en distintas épocas de nuestra convulsionada historia.

Juan F. Puello Herrera

P.E. Por cierto, el artículo publicado en la edición de Diario Libre del 23 de julio, Miranda: El Precursor, de Carlos Rodríguez Almaguer, es un buen comienzo para que nuestros jóvenes se instruyan en lo que realmente los hará superarse intelectualmente y se alejen de “juegos” que sólo dejan una vana afición.

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