No lo podía decir todo...
Diario Libre
Y además, dijo que va a hablar con hechos...
Si Danilo anunció que dialogará con la sociedad de manera frecuente, y que hará de esos intercambios una rutina, no hay por qué desesperarse y querer que lo dijera todo en un solo discurso.
Ahora habló de sus primeros cien días, y se tomó mucho tiempo y un gran espacio. Lo que se quería era que acallara la calle y sembrara optimismo en la población.
Si logró o no ese objetivo, se verá más adelante, pues como era corriente decir en la antigüedad, Roma no se hizo de un día para otro.
Los asuntos pendientes pueden esperar, ya que no hay necesidad de que la carreta se le vaya alante a los caballos. Por ejemplo ¿Qué decir del presupuesto del 2013 si no lo han preparado ni presentado al Consejo de gobierno, y mucho menos aprobado por el Congreso?
El problema de Danilo, se supone, es el 2012 y la mala herencia que recibió. El 2013, cuyo solo número pone las carnes de gallina, todavía no está en la tómbola.
Si se quiere que como prometió hable con hechos y no con palabras, hay que dejar que se produzcan. No se le puede pedir tanto al Olmo, que después no da peras, pero tampoco manzanas.
Si Danilo anunció que dialogará con la sociedad de manera frecuente, y que hará de esos intercambios una rutina, no hay por qué desesperarse y querer que lo dijera todo en un solo discurso.
Ahora habló de sus primeros cien días, y se tomó mucho tiempo y un gran espacio. Lo que se quería era que acallara la calle y sembrara optimismo en la población.
Si logró o no ese objetivo, se verá más adelante, pues como era corriente decir en la antigüedad, Roma no se hizo de un día para otro.
Los asuntos pendientes pueden esperar, ya que no hay necesidad de que la carreta se le vaya alante a los caballos. Por ejemplo ¿Qué decir del presupuesto del 2013 si no lo han preparado ni presentado al Consejo de gobierno, y mucho menos aprobado por el Congreso?
El problema de Danilo, se supone, es el 2012 y la mala herencia que recibió. El 2013, cuyo solo número pone las carnes de gallina, todavía no está en la tómbola.
Si se quiere que como prometió hable con hechos y no con palabras, hay que dejar que se produzcan. No se le puede pedir tanto al Olmo, que después no da peras, pero tampoco manzanas.
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