¿Y dónde es que estaba esa gente?

Ahora que hay quienes abandonan y rechazan con acidez a los partidos en el que militaron toda una vida, sin que mediara una autocrítica por sus culpas al convivir por tanto tiempo con gente mala que hace daño al pueblo, recuerdo la ingratitud de Marina Silva en Brasil. Ella militó en el Partido de los Trabajadores por 23 años y fue ministra de Medio Ambiente de Lula da Silva, pero en las elecciones de octubre del año pasado adversó con fiereza la reelección de Dilma Roussett y renegó de todo lo que habían hecho sus gobiernos y sus compañeros. No pudo levantar cabeza, incapaz de responder con coherencia a la pregunta, ¿dónde estaba cuando ocurrió lo que ahora critica?

Nelson Rodríguez